Vuelves a casa, enchufas tu coche eléctrico a la red doméstica con el cable de carga del Tipo 2 correspondiente, lo cargas durante toda la noche y te subes al coche completamente cargado al día siguiente. Este es el escenario diario de los propietarios de coches eléctricos que no cargan sus automóviles en una estación de carga.